y verás que bastarán las andorinas.
Reprendemonos los ojos dejados
sobre las banquetas o en los corazoncitos
de los por siempre en los árboles,
nos devolvemos el nombre antiguo
que tanto sabe de mañana,
nos cultivamos como lirios y
nos teñimos la boca de palabras,
aquellas que soplan sobre las bridas,
que corren entre los pliegues
de la falda o se licuan
en las sonrisas y aquellas
no nos dejarán nunca
Ciento treinta y un millones de segundos
1 anno fa
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