No hay blanco afuera
que pueda esconder oscuridades
Me marcan los errores de la vida
y en las huellas fragmentos de victorias
digitados lento pero no hay invierno
aquí no hay nada para esconder
las cenizas de un septiembre
sin viñas ni misterios…
Cubiertas de nieve sumergen
cada cosa, más allá
pero aquí, no hay blanco
Ciento treinta y un millones de segundos
1 anno fa
1 commento:
Me gustan tus imágenes Sebastiano. Este poema enciende una chispa, causa un encandilamiento, una fiebre que acaba con toda enfermedad. Me parece un poema de paz personal, de la reflexión a ser simplemente humano. Esconde además la flama eterna, la música de todos los colores y vuelve a ser blanco, un lienzo donde seguramente la mano del pintor dibujará otra escena. Abrazos!
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